El esmaltado a fuego sobre metal, como lo entiendo yo, es un mundo de infinitas combinaciones de colores, formas y diseños. Es dinámico y fluído pero, por sobre todo, es un ensayo y error constante y es a partir de esas experiencias que se abren las puertas a gratas sorpresas en el ámbito del taller. Algunos de los trabajos finales que comparto a continuación son el resultado de esos momentos...

¡Bienvenidos!

miércoles, 2 de noviembre de 2011

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1 comentario:

  1. que hermosas piezas, Delfina!
    Por favor, hacenos llegar algo a la fadu...!
    beso, paula martín

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