El esmaltado a fuego sobre metal, como lo entiendo yo, es un mundo de infinitas combinaciones de colores, formas y diseños. Es dinámico y fluído pero, por sobre todo, es un ensayo y error constante y es a partir de esas experiencias que se abren las puertas a gratas sorpresas en el ámbito del taller. Algunos de los trabajos finales que comparto a continuación son el resultado de esos momentos...
¡Bienvenidos!
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